viernes, 22 de noviembre de 2013

La familia en el TDAH





TDAH: IMPACTO Y PROTAGONISMO DE LA FAMILIA. from Fundación CADAH TDAH

En definitiva:

  • Es importante confirmar el diagnóstico con un médico especialista en TDAH.
  • Un hogar estable que proporcione apoyo, supone una diferencia real para el bienestar de los niños.
  • Para los niños con TDAH es importante tener un programa establecido. La rutina, la estructura y la uniformidad, pueden ayudar a mantener un ambiente tranquilo en casa.
  • Hay que prestar atención a posibles actividades e intereses que surjan ya que le permitirán disfrutar y mejorar su autoestima.
  • Si el niño con TDAH tiene herman@s, es importante establecer una serie de normas no negociables sobre el respeto al espacio y a la propiedad.
  • Mantener un contacto regular con el colegio y el profesor del niño para comunicar los intereses, las reglas o los métodos que mejor han funcionado. De esta forma se ayudarán mutuamente.
  • Fomentar los comportamientos correctos mediante recompensas eficaces y duraderas, para que motiven al niño a repetir las acciones correctas.
  • Ayudar al niño a realizar las cosas paso a paso, para que asimile los procesos y no se salte ningún paso, fomentando su independencia a la hora de realizar las tareas.
  • Buscar información verídica, basada en estudios científicos sobre el TDAH y compartirla con otros familiares y personas cercanas al niño.
  • Es importante reforzar la autoestima utilizando mensajes positivos y evitando las emociones negativas (enfados).
  • Enseñarle a ser organizado y fomentar sus habilidades sociales le permitirá enfrentarse más fácilmente a muchas de las situaciones que se encuentre en su día a día.
Con los hermanos:

      Es probable que los herman@s de los niños con TDAH encuentren la convivencia complicada. Es frecuente que los niños con TDAH reciban más atención de los padres, lo cual puede hacer que los demás herman@s se sientan rechazados o excluidos. Incluso que vean que a su hermano con TDAH se le trata de forma diferente y "se sale con la suya" a pesar de su mal comportamiento. No existe una solución sencilla a estos problemas, pero estos consejos pueden ser útiles:
  • Tener normas claras sobre el respeto del espacio y de la propiedad de cada uno de los niños.
  • Facilitar algunas áreas seguras de almacenamiento separadas.
  • Dejar que los herman@s mayores tengan un cerrojo en la puerta.
  • Establecer una prohibición absoluta sobre molestar durante las horas de estudio.
  • Fijar una actividad o un momento del día para estar plenamente disponible para los herman@s.

Por último, os remito al vídeo que añadí en mi entrada el 11 de noviembre ...

lunes, 11 de noviembre de 2013

sábado, 2 de noviembre de 2013

Factores de éxito en el aula



Para favorecer el desarrollo del alumno y propiciar su integración, tanto en el centro y en el aula, como en su entorno social, los educadores debemos adoptar actitudes positivas y diseñar un proceso de enseñanza con actividades muy estructuradas acordes con las habilidades, destrezas y limitaciones que presentan este tipo de alumnos y los indicadores que debemos seguir para ello serán: 

  • relacionarnos con el niño tranquila y relajadamente, reforzando su comportamiento adecuado, mostrándonos firmes a la hora de hacer cumplir las normas escolares y alabando sus logros para que vea que estamos atentos a sus esfuerzos y los reconocemos y valoramos, transmitiéndole así la confianza que hemos depositado en él.



  • plantear diariamente actividades breves y muy estructuradas adecuadas a su ritmo de aprendizaje, de dificultad progresiva y al alcance de sus posibilidades, favoreciendo el éxito que pueda alcanzar con ellas lo que aumentará la seguridad y confianza en sí mismo, priorizando también la calidad frente a la cantidad y combinarlas con otras no propiamente escolares como enseñarles a relajarse, a incrementar la concentración, a respirar lentamente, ..., alternando así las tareas más complicadas con otras en las que el niño pueda incluso moverse, para que relaje la posible tensión que pueda tener, sobre todo si es de tipo impulsivo. Podríamos, incluso, enseñarles tareas específicas para ello, como balancear las piernas, mover con ritmo un lápiz, representar cuentos en los que los personajes se digan a sí mismos que deben estar tranquilos, que deben aprender a relajarse, que pueden hablar despacio, escuchar narraciones para después pedirles que resuman lo sucedido o preguntarles por situaciones concretas de los mismos, practicar ejercicios de secuencias, ...



  • facilitar el contacto visual con el profesor buscándole para ello la localización correcta dentro del aula, alejándole de las posibles distracciones (ventanas, puertas, ...)



  • organizar las clases adecuadamente, colgando en la pared el programa del día y las normas de clase, diseñando gráficos que proporcionen a los alumnos información acerca de su comportamiento, intercalando tareas menos motivadoras con otras más activas que requieran participación del alumnado, utilizando el aprendizaje basado en proyectos en lugar de clases convencionales, cerciorarnos de que anoten en su agenda las tareas que se les requieren o usarlas nosotros mismos para comunicarnos con los padres acerca del comportamiento de sus hijos, tanto positivo como negativo.

  • utilizar un tono tranquilo, un estilo directo y ayudar al alumno a darse cuenta de que su aprendizaje nos interesa, de que nos preocupamos por él y hacerle consciente de la importancia de su implicación activa en la clase.




En resumen:



Hagamos visible lo invisible: